“Nos los representantes de las Provincias Unidas en Sud América, reunidos en Congreso General, invocando al Eterno que preside al universo, en el nombre y por la autoridad de los pueblos que representamos, protestando al cielo, a las naciones y hombres todos del globo la justicia, que regla nuestros votos, declaramos solemnemente a la faz de la tierra que, es voluntad unánime e indudable de estas provincias romper los violentos vínculos que las ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojadas, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente…»
Con este espíritu, el 9 de julio de 1816, el Congreso de Tucumán, presidido por el masón Juan Francisco Narciso de Laprida, declaró la Independencia. De esta manera se concretaba el sueño iniciado por los patriotas de Mayo, en 1810.
Como masones trabajamos todos los días para reafirmar los valores de libertad, igualdad y fraternidad en cada punto de nuestra Nación, para consolidar el camino soberano iniciado en 1816.